Cambios en las personas beneficiarias: activación y mejora de sus condiciones de vida y bienestar.
Cambios a nivel institucional: cambio en el paradigma para la prestación de apoyo a las personas en situación de mayor vulnerabilidad.
Mejora de la cohesión y resiliencia social: mayores oportunidades de empleo local y reducción de la pobreza y la exclusión social en las comunidades involucradas.