N° 19. Segundo semestre. Año 2018



17 de julio de 2018

Una prueba piloto es aquella experimentación que se realiza por primera vez persiguiendo comprobar ciertas cuestiones. Se trata de un ensayo experimental, cuyas conclusiones pueden resultar interesantes para avanzar con el desarrollo de un programa, recurso, protocolo… Su objetivo es detectar tanto los posibles fallos o problemas como sus elementos positivos, funcionando como un primer paso para conseguir información pertinente. Son varias las razones que aconsejan el desarrollo de un estudio piloto como fase previa a la implementación de un recurso de intervención, y que en el presente artículo se desarrollan. Además se mencionan varios pilotajes que se han ido implementado en el campo de los Servicios Sociales.

Como ya conocen los y las profesionales a quienes se dirige esta publicación, uno de sus principales objetivos es mejorar y desarrollar el conocimiento, la investigación y la evaluación dentro del ámbito de los servicios sociales.

Para ello, los y la lectoras han podido seguir el desarrollo de proyectos como la creación del primer Centro de Documentación de Servicios Sociales en Asturias (CDSSA), al que se dedicó un apartado en el número anterior. En este sentido hoy abordaremos la metodología experimental del pilotaje como fase previa a la puesta en marcha de recursos de intervención. Su finalidad consiste en obtener un conocimiento contrastado de su efectividad, derivado a su vez de la utilización de métodos sólidos de investigación empírica.

Es conocido que una prueba piloto consiste en la puesta en práctica de un proyecto con el objetivo de considerar las posibilidades de su desarrollo posterior. Puede entenderse también como una primera aplicación con la intención de considerar las facilidades de su implementación.

En definitiva, una prueba piloto es aquella experimentación que se realiza por primera vez persiguiendo comprobar ciertas cuestiones. Se trata de un ensayo experimental, cuyas conclusiones pueden resultar interesantes para avanzar con el desarrollo de un programa, recurso, protocolo… Su objetivo es detectar tanto los posibles fallos o problemas como sus elementos positivos, funcionando como un primer paso para conseguir información pertinente.

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Son varias las razones que aconsejan el desarrollo de un estudio piloto como fase previa a la implementación de un recurso de intervención, entre las que destacamos las siguientes:

  • Probar la validez, en cuanto al logro de objetivos y la viabilidad práctica.
  • Identificar los componentes que son más importantes para facilitar la intervención.
  • Ensayar la eficacia y pertinencia de los instrumentos y protocolos diseñados.
  • Identificar las variables de interés y decidir cómo medir cada una de ellas.

Dentro de este contexto, hay que significar que la importancia clave de los proyectos piloto no cuenta con tradición de aplicación dentro de los servicios sociales. No obstante, en los últimos meses se han desarrollado varios pilotajes de los cuales hemos ido informando a través de esta publicación y de la página web  www.socialasturias.es, tales como:

  • La elaboración y pilotaje del Protocolo sociosanitario para promover el buen trato a las personas mayores y prevenir, detectar e intervenir ante casos de maltrato.
  • La puesta en marcha de Unidades Sociosanitarias de Convalecencia en centros de Establecimientos Residenciales para Ancianos de Asturias (ERA), con capacidad de atender personas que precisen un periodo de convalecencia con alta carga de cuidados de enfermería.
  • El desarrollo del pilotaje de medidas sociolaborales diseñadas dentro del Convenio de colaboración entre los servicios sociales y los servicios de empleo dirigidas a la incorporación laboral y social de las personas beneficiarias de Salario Social Básico.
  • La puesta en funcionamiento del Visor Piloto de la Historia Social Única  Electrónica (HSUE) como instrumento electrónico previo al diseño de la HSUE.

Como se puede ver, son varios los ámbitos en los que se desarrolla esta metodología experimental: el sociosanitario, el sociolaboral y el desarrollo de instrumentos integrales de intervención como la HSUE.

El primero de los pilotajes señalados, el relativo al Protocolo para promover el buen trato y detectar e intervenir ante situaciones de maltrato a personas mayores, cuenta con un artículo específico dentro de este número de + Calidad, en el apartado “Experiencia de Interés”, en el que se detalla la metodología utilizada y los resultados del mismo.

Por otra parte, el proyecto referido a las Unidades Sociosanitarias de Convalecencia, está previsto que, a finales de este año, se ponga en marcha un proyecto piloto en el área sociosanitaria V, dentro del Centro Polivalente de Recursos para personas mayores “La Mixta” de Gijón, en coordinación con el Hospital Universitario del Cabueñes. Tras su desarrollo y validación, el proyecto se extenderá al resto de áreas sociosanitarias de nuestra comunidad autónoma.

Destacar que ambos proyectos forman parte del Plan Sociosanitario del Principado de Asturias 2018-2021, cuyo borrador ha sido publicado, recientemente, en la fase de audiencia e información pública.

En lo referido al pilotaje de las medidas sociolaborales dirigidas a proporcionar apoyo individualizado a personas perceptoras del Salario Social Básico, están siendo desarrolladas con carácter experimental dentro de los concejos de Oviedo y Grado. La previsión de trabajo es que los resultados se presenten en el último trimestre de este año y, una vez evaluados, efectuar la escalabilidad de las medidas a otros concejos del Principado de Asturias.

Por último, y también dentro del último trimestre de este año, está previsto que entre en funcionamiento el Visor Piloto de la HSUE que permitirá a los y las profesionales del sistema de servicios sociales acceder a la información disponible en una serie de aplicaciones informáticas, referidas a diferentes ámbitos de la intervención social, como menores, salario social, dependencia, empleo, entre otros. El objetivo de este pilotaje es validar la integración de la información existente en dichas aplicaciones así como el diseño del uso de la herramienta.

De este proyecto hay que destacar que se persigue que la base poblacional del Visor sea la misma que la de la Tarjeta Sanitaria, con el fin de ir trabajando en el desarrollo de una Historia Única Sociosanitaria, siendo a su vez una de las medidas contempladas en Plan Sociosanitario del Principado de Asturias 2018-2021.

Este enfoque sociosanitario se ve reflejado en el soporte jurídico de la HSUE, cuyo contenido forma parte del Anteproyecto de Ley sobre Acción Concertada con entidades de iniciativa social sin ánimo de lucro para la prestación a las personas de servicios de carácter social. Señalar que en el momento en el que sale a la luz esta publicación, el borrador del Anteproyecto se encuentra en fase de audiencia pública.

Como idea final, destacar que el propósito principal de estos proyectos piloto es, además de los ya señalados al inicio de este artículo, consolidar una metodología de experimentación y evaluación aplicable al conjunto de proyectos desarrollados desde la Consejería de Servicios y Derechos Sociales.