N° 23. Segundo semestre. Año 2020



17 de agosto de 2020
Red

En el contexto de la emergencia sanitaria originada por la COVID-19, los servicios sociales han sido declarados como servicios esenciales, ya que para hacer frente y superar la emergencia sanitaria y social es necesaria la actuación desde diversos ámbitos, entre ellos el ámbito de los servicios sociales.

Introducción

a en el año 2006 la Comisión Europea, en aplicación del Programa Comunitario Lisboa, declaró a los Servicios Sociales de interés general en la Unión Europea:

“Los servicios sociales son servicios sociales esenciales con una función preventiva y de cohesión social que aportan una intervención facilitadora de la inclusión social y garantizan la realización de los derechos fundamentales”[1]

La comunicación recoge que el sistema ejerce una función preventiva y de fomento de la cohesión social, facilitando atención personalizada para favorecer la inclusión de las personas en la sociedad y garantizar el ejercicio de derechos fundamentales.

Por tanto los servicios sociales pueden ser considerados como un servicio esencial en nuestra sociedad y son claves para la trayectoria vital de la personas en distintos episodios de sus vidas, ya que facilitan apoyos para prevenir, afrontar o paliar situaciones que dificultan o afectan a su autonomía personal o familiar o que favorecen su integración relacional y la mejora de su calidad de vida.

En el contexto de la emergencia sanitaria originada por la COVID-19, los servicios sociales han sido declarados como servicios esenciales, ya que para hacer frente y superar la emergencia sanitaria y social es necesaria la actuación desde diversos ámbitos, entre ellos el ámbito de los servicios sociales.

[1] Comisión, C. d. (2006). Aplicación del programa comunitario de Lisboa. Servicios sociales de in-terés general en la Unión Europea.(B. C. Europeas, Ed.) . Recuperado de: http://eur-lex.euro-pa.eu/…/en/com/2006/com2006_0177en01.pdf.

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El viernes 20 marzo de 2020 la Vicepresidencia de Derechos Sociales y Agenda 2030 acordó  en Consejo Interterritorial con las comunidades autónomas que los y las trabajadores de servicios sociales pasaran a tener la consideración de "servicios esenciales" para que estos servicios se pudieran  garantizar al conjunto de la población, en particular, a la población más vulnerable.

La Orden SND/295/2020, de 26 de marzo, regula  de manera concreta los servicios sociales, considerándolos servicio esencial e insta a  garantizar la  adecuada y debida asistencia de los colectivos destinatarios de los servicios sociales, que precisan de una atención ineludible e inaplazable, y hace preciso adoptar una serie de medidas.          

El Consejo General del Trabajo Social[1] analiza que podemos entender como servicios esenciales y toma como referencia la Ley 17/2015, de 9 de julio, del Sistema Nacional de Protección Civil, que define estos como aquellos servicios necesarios para el mantenimiento de las funciones sociales básicas, la salud, la seguridad, el bienestar social y económico de los ciudadanos, o el eficaz funcionamiento de las instituciones del Estado y las Administraciones Públicas.

Por tanto los servicios sociales son elementos estratégicos para la atención a emergencias, ya que facilitan un conjunto de actuaciones y actividades que satisfacen necesidades y dan respuesta a derechos fundamentales de la ciudadanía.
[1] Los Servicios Sociales como esenciales. Grupo Estatal de Intervención en emergencias sociales. 

Importancia de los Servicios Sociales

La pandemia originada por la COVID-19 ha tenido un importante impacto social, especialmente entre la población ya considerada vulnerable con anterioridad a la crisis sanitaria.  Los servicios sociales han venido trabajando para que la emergencia sanitaria no se transforme en emergencia social, o al menos para minimizar sus efectos sobre esta parte de la población, intentando no dejar a nadie atrás.

Durante el estado de alarma y confinamiento la red primaria de atención de los servicios sociales ha desempeñado un papel fundamental en la protección social de la ciudadanía. Destacar el valor de ser una red de proximidad presente en todo el territorio, accesible y cercana a las necesidades sociales que ha permitido prestar servicios básicos a la población vulnerable en esta situación de emergencia.

En este sentido, los agentes integrantes de los servicios sociales (administración, tercer sector e iniciativa privada) han puesto en marcha diversas medidas para hacer frente a las consecuencias generadas por esta crisis, entre las que se encuentran:

-          Refuerzo de los servicios de teleasistencia, seguimiento telefónico, acceso extraordinario al servicio de ayuda a domicilio para la atención a personas dependientes, entre otras.

-          Habilitación de dispositivos de alojamiento alternativo para personas sin hogar

-          Realización de campañas de concienciación ciudadana frente a la violencia de género orientadas a alertar de estas situaciones, incremento de los sistemas de vigilancia, refuerzo de los sistemas de seguimiento telefónico y de apoyo psicológico virtual a las víctimas.

-          Refuerzo de medidas dirigidas a garantizar ingresos mínimos para dar respuesta a situaciones de  carencia o insuficiencia de ingresos.

-          Puesta en marcha de medidas para garantizar la alimentación a las personas en situación de vulnerabilidad y, particularmente, de los niños/as y niñas que viven en familias con recursos limitados.

-          Actuaciones en la red especializada para prevenir y reducir la expansión del virus: derivaciones de residentes a los dispositivos especiales de carácter sociosanitario, atención sanitaria a para personas mayores afectadas por el coronavirus que no requieren ingreso hospitalario, desinfección de los centros, la restricción total de las visitas, etc. así como la elaboración de documentación técnica.

-          Articulación y refuerzo de redes comunitarias de apoyo mediante la acción voluntaria, contribuyendo a atender nuevas necesidades.

Además, en el escenario actual ha cobrado especial relevancia la coordinación en red de dispositivos y sistemas. La coordinación sociosanitaria se ha mostrado como un elemento imprescindible y vertebrador de las actuaciones a implementar, ya que el trabajo conjunto de ambos sistemas permite articular respuestas coordinadas para dar una respuesta simultanea o continuada a las personas usuarias. Así mismo, la respuesta a las necesidades originadas por la pandemia conlleva la necesidad de seguir avanzando en la coordinación sociolaboral, socioeducativa o con la iniciativa social, entre otras.

Cierre

Las ideas señaladas ponen de manifiesto el papel central relevante del sistema de servicios sociales durante la pandemia y para hacer frente a las consecuencias sociales generadas por la misma, debiendo ser reforzados y actualizados para adaptarlos a las circunstancias y necesidades de cada momento y para poder prestar apoyos a las personas más vulnerables.

En este sentido el Consejo General de Trabajo Social ha publicado unas recomendaciones[1] en las que señala que es preciso hacer una previsión del impacto en el periodo postcrisis del Covid-19 que permita el fortalecimiento del sistema mediante el refuerzo de los equipos profesionales, el incremento de los presupuestos y el impulso de medidas sociales ante la previsible crisis social y económica vaticinada por expertos y expertas.

Como sistema, aprovechando sus fortalezas, deberá combinar “la atención a la emergencia” es decir, la respuesta ante situaciones de vulnerabilidad generadas por la pandemia con la prestación de apoyos frente a las necesidades preexistentes objeto de atención por parte del sistema.

[1] Recomendaciones del Consejo General del Trabajo Social (08/04/2020), Grupo Estatal de Intervención en emergencias sociales. 

Las crisis producen cambios en los modelos de atención. En este sentido, resulta de vital importancia avanzar en el cambio del modelo de atención, situando a la persona en el centro de la intervención, en la mejora del modelo de cuidados de larga duración con el refuerzo de los servicios de proximidad, el apoyo a la red informal de cuidados y la flexibilización para la atención en el medio habitual de vida, así como consolidar la coordinación entre los sistemas de protección social e iniciativa social implicados en la mejora del bienestar de la ciudadanía.

puzle

El momento de emergencia social no entiende de clases sociales, pero, en sus costes y recuperación, las brechas sociales serán determinantes. En los momentos de crisis, las políticas sociales toman un papel determinante. No se trata sólo de contener sus efectos, sino de invertir en una salida fuerte y resistente que supere la fragilidad de una sociedad desigual” (Lucía Martínez Virto).

Bibliografía